El
Sistema Complemento está formado por un conjunto
de proteínas séricas que se activan en cascada
y por proteínas reguladoras. La activación
puede iniciarse a través de complejos antígeno-anticuerpo
en la vía clásica y por acción de componentes
bacterianos y diversas enzimas en la vía alterna.
Ambas vías convergen a nivel de C3 para originando
el mismo producto final.
La vía clásica
(figura central) se inicia cuando C1q se une a fragmento
Fc de dos moléculas de inmunoglobulinas unidas al
antígeno presente en una membrana (1). Se produce
la fragmentación de C1r y se activa C1s el cual fragmenta
C4 y C2 originando C4b2b unido a membrana (2). C4a, que
tiene actividad de anafilatoxina (induce liberación
de mediadores en células cebadas y basófilos),
y C2a difunden al fluído. El complejo bimolecular
C4b2b es una C3 convertasa, esto es, rompe múltiples
moléculas de C3 originando C3b que se une al complejo
C4b2b para formar la C5 convertasa (3) y C3a que es una
anafilatoxina. C3b cumple también la importante función
de opsonina, ya que al unirse a la membrana, confiere mayor
eficacia a la fagocitosis.
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La C5 convertasa formada
por C4b2b3b escinde la molécula C5 en los fragmentos
C5b y C5a. C5a es anafilotoxina y C5b es una proteína
de anclaje para C6. Posteriormente se unen a ellas C7 y
C8 formando un complejo estable asociado a membrana que
une a C9 (4). Este último se polimeriza formando
junto con C5b, C6, C7 y C8 el complejo de ataque a membrana
responsable de la lisis celular (5).
En el sistema Complemento
participan además de las proteínas nombradas,
inhibidores específicos e inespecíficos y
reguladores tanto solubles como constitutivos de membrana.
Las principales funciones
biológicas del Sistema Complemento incluyen la opsonización
(A), la quimiotaxis (B), la lisis celular y bacteriana (C)
y la función de anafilatoxina (D). Además
participa en la eliminación de complejos inmunes.
A. Opsonización:
el factor C3b se une covalentemente a la superficie de bacterias
o células constituyéndose en un ligando para
un receptor específico ubicado en la membrana de
polimorfonucleares y macrófagos entre otros. De esta
manera, la bacteria queda anclada a la superficie celular
facilitando la formación del fagosoma y estimulando
el estallido metabólico que lleva a la producción
de radicales libres derivados del oxígeno. Existen
cuatro receptores para fragmentos de C3b en los leucocitos,
CR1, CR2, CR3 y CR4, cuya deficiencia determina una mayor
susceptibilidad a padecer infecciones recurrentes.
B. Quimiotaxis:
el fragmento C5a, en conjunto con leucotrienos y citoquinas
( IL-8 ) ejercen atracción sobre leucocitos y monocitos
guiando su migración hacia el lugar donde se encuentra
el agente injuriante. Además, al interactuar con
receptores específicos en los fagocitos aumentan
su motilidad y generan mecanismos bactericidas oxígeno-dependientes
al activar su metabolismo oxidativo.
C. Lisis: el complejo
de ataque a membrana se introduce en la membrana de bacterias,
células y algunos virus produciendo alteraciones
de permeabilidad que conducen a su muerte.
D. Anafilatoxina:
C3a, C4a y C5a inducen la liberación de mediadores
inflamatorios en diversas células los que producen
el aumento de la permeabilidad vascular característico
de la anafilaxia. Las células cebadas, basófilos,
células musculares lisas y linfocitos expresan receptores
para C3a y C4a. Las células cebadas, basófilos,
neutrófilos, monocitos/macrófagos y endotelios
poseen receptores para C5a. Las células cebadas y
basófilos son estimuladas a liberar mediadores químicos
especialemente histamina la que produce aumento de la permeabilidad
vascular y contracción del músculo liso. Las
células musculares y endoteliales se contraen por
acción directa de las anafilatoxinas.
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