Las
células cebadas se encuentran en el tejido conectivo
laxo de todos los órganos, principalmente cerca de
la microcirculacion, de terminaciones nerviosas y de vasos
linfáticos. En la mucosa nasal, estas células
se encuentran cerca de la superficie, en los pulmones están
por debajo de la membrana basal de los bronquios, cerca
de los vasos sanguíneos en la submucosa, adyacentes
a las glándulas submucosas, a las fibras musculares
y en los septos interalveolares. Después de la exposición
al alergeno, se puede encontrar células cebadas en
el epitelio bronquial. Su concentración es de alrededor
de 20 000 por mm3 y dan cuenta del 1 a 2 % del total de
las células alveolares. En la mucosa nasal hay alrededor
de 5000 por mm3.
|
Existen dos fenotipos diferentes de células cebadas
en el ratón y aparentemente en el hombre. La celula
cebada de mucosas (MMC) y la célula cebada propia
del tejido conectivo (CTMC). La primera es de vida media
más corta, tiene más receptores para Fc de
IgE, contiene menos histamina y produce más leucotrienos
que prostaglandinas. La CTMC, es de mayor tamaño,
libera mayor cantidad de histamina, tiene menor cantidad
de receptores para Fc y sintetiza más prostaglandinas
que leucotrienos. La importancia de la existencia de ambos
fenotipos es que responden de manera diferente a los fármacos
que inhiben la liberación de histamina. Así,
el cromoglicato de sodio y la teofilina inhiben la liberación
de histamina en CTMC y no en MMC.
La actividad de las células cebadas, elementos fundamentales
de la reacción anafiláctica, está regulada
por múltiples mecanismos. Los linfocitos T CD4+,
a través de la IL-4 regulan la liberación
de mediadores quimicos. Las células cebadas activadas
liberan PAF que activa a las plaquetas y el ECF que atrae
eosinófilos. Además, secreta las interleuquinas
4, 5 y 6 que influyen en linfocitos B induciéndolos
a sintetizar IgE.
El proceso de degranulación de las células
cebadas está también ligado a los receptores
adrenérgicos alfa y beta y a los receptores colinérgicos
gamma ubicados en su membrana de manera que la intensidad
de la reacción está regulada por los agonistas
de los sistemas simpático y parasimpático.
Estos receptores utilizan como segundos mensajeros al cAMP
y cGMP respectivamente. La estimulación diferencial
de estos receptores por fármacos es la base del tratamiento
actual de estas afecciones, ya que además de estar
presentes en la célula cebada, regulan la intensidad
de la respuesta a los mediadores químicos de los
tejidos blanco, microcirculación y músculo
liso. La presencia de estos receptores da cuenta de la regulación
de la intensidad de la sintomatología clínica
por el sistema nervioso autónomo.
Ultimamente se ha descrito la participación de los
neuropéptidos sensoriales sustancia P y péptido
liberador de gastrina en la respuesta vascular y secretora.
En asmáticos se ha descrito un desbalance en el sistema
nervioso autónomo con una respuesta beta-adrenérgica
débil y un aumento de la capacidad de respuesta de
los sistemas alfa-adrenérgico y colinérgico.
Ultimamente se ha descrito una reducción en el péptido
intestinal vasoactivo (VIP) broncodilatador en las vías
aereas y un aumento en el péptido broncoobstructor
denominado sustancia P. Esto indica que los asmáticos
tienen reducida su capacidad inherente de mantener las vías
aereas abiertas.
<< volver |