Respuesta inmune humoral primaria y secundaria

 
 

La respuesta inmune humoral primaria a antígenos timodependientes difiere cualitativa y cuantitativamente de una respuesta secundaria. Asimismo, los mecanismos de inducción de las respuestas presentan algunas diferencias. En ambas se requiere sin embargo de dos señales, una que proviene de la estimulación del receptor idiotípico por parte del complejo MHC II- epitopo y la otra está mediada por citoquinas provenientes de macrófagos y linfocitos T CD4+.
En la respuesta primaria (A), el linfocito B reconoce la conformación del epitopo, lo que lo hace expresar en su superficie receptores para citoquinas. Los macrófagos y linfocitos T CD4+ liberan factor de necrosis tumoral (TNF), interluequinas 1 y 6, citoquinas que estimulan a los linfocitos B a proliferar y diferenciarse a células plasmáticas. Estas secretan IgM de baja afinidad. La respuesta primaria deja células B de memoria.
En la respuesta secundaria, los linfocitos B de memoria reconocen al epitopo y expresan receptores para un conjunto de citoquinas responsables de una respuesta que presenta predominio de IgG, que es más vigorosa y de mayor afinidad. En esta respuesta es de crucial importancia la presencia de linfocitos T CD4+ que han reconocido al antígeno y que a través de la liberación de citoquinas influyen en estos cambios cualitativos de la respuesta. Los efectos de estas citoquinas se resumen como proliferación linfocitaria, diferenciación a células plasmáticas, variación de isotipo y aumento de afinidad. Esta respuesta deja células B y T CD4+ de memoria.