La inmunidad en sentido
amplio comprende un conjunto de mecanismos inespecíficos
y específicos estrechamente relacionados, que impiden
el ingreso y la permanencia de agentes injuriantes en el
organismo. Los principales mecanismos inespecificos son
la barrera muco-cutánea (A), el sistema complemento
(B) y la inflamación (C). Los mecanismos específicos
corresponden a la respuesta inmune adaptativa (D).
A. La piel (1) y las mucosas (2) son barreras físicas
eficientes en impedir el ingreso de agentes injuriantes.
Ambas presentan integración con otros mecanismos
inespecíficos y específicos de la inmunidad.
Así, en la dermis se encuentran todos los elementos
que permiten la activación del complemento y la respuesta
inflamatoria. En la epidermis existen células presentadoras
de antígeno (células de Langerhans) y linfocitos
capaces de iniciar una respuesta específica.
Las mucosas del tracto respiratorio tienen cilios que impulsan
partículas y mucus hacia el exterior, los que serán
eliminados por la tos y el estornudo. Asimismo células
especializadas secretan mucus que provee una barrera mecánica
y química que impide la unión de microorganismos
y otras partículas a la superficie celular. Al ser
hidrofílico, el mucus permite la difusión
de enzimas antimicrobianas tales como lisozima y peroxidasa.
La presencia de IgA permite la neutralización específica
de diversos antígenos.
En otras mucosas, tales como las que cubren el sistema digestivo
y genito urinario tienen también importancia el pH
bajo y la presencia de bacterias comensales. El tejido conectivo
vascularizado y los acúmulos linfoides en la submucosa
permiten la puesta en marcha de los otros mecanismos defensivos
a los que se ha hecho referencia, la inflamación
y la respuesta inmune adaptativa..
B. La activación del sistema del complemento por
vía clásica o alterna es un importante mecanismo
constitutivo de defensa. A través de sus múltiples
efectos biológicos, el sistema complemento está
estrechamente relacionado con la inflamación y la
respuesta inmune adaptativa. Los productos que surgen a
raíz de su activación en cascada, promueven
la respuesta inflamatoria (3), facilitan y aumentan la eficiencia
de la fagocitosis (4), producen sustancias quimiotácticas
(5), estimulan la secresión de citoquinas por macrófagos
(6) y lisan bacterias (7).
C. La inflamación consiste básicamente en
diversos cambios que afectan a la microcirculación
y que permiten la salida de fagocitos desde el interior
de los vasos y su posterior contacto con el agente injuriante.
Polimorfonucleares neutrófilos y macrófagos
derivados de monocitos presentan eficaces mecanismos bactericidas
que contribuyen a eliminar agentes patógenos y tejido
injuriado (8). La inflamación contribuye a la inducción
de respuestas inmunes adaptativas al facilitar la presentación
de antígeno por macrófagos (9).
D. La respuesta inmune adaptativa es específica (10),
se traduce en la síntesis y secresión de anticuerpos
que neutralizan toxinas (11), opsonizan bacterias (12) y
activan el complemento. También se expresa como citotoxicidad
directa o liberación de citoquinas linfocitarias
proinflamatorias (13).
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