|
La inflamación consiste
básicamente en todos aquellos mecanismos que facilitan
y permiten la eliminación de agentes injuriantes
especialmente por fagocitosis. Las principales células
fagocíticas: polimorfonucleares neutrófilos
(1) y macrófagos (2), provienen de la sangre. Un
elemento central en la inflamación es por lo tanto,
la microcirculación (3). Por acción de mediadores
químicos originados en el agente injuriante y principalmente
en el huésped, se produce vasodilatación y
aumento en la permeabilidad venular, permitiendo la salida
de fagocitos y plasma al intersticio. Tienen especial relevancia
en este proceso, mediadores químicos liberados por
células cebadas (4) y moléculas de adhesión
celular presentes en células endoteliales (11). Células
y plasma configuran el exudado inflamatorio. La inflamación
puede ser de carácter exudativo (5) cuando las células
que predominan son los polimorfonucleares neutrófilos
o bien de tipo productivo (6) donde las células que
participan son principalmente macrófagos y linfocitos
(7).
Cuando el agente injuriante persiste al no poder ser eliminado
por macrófagos, se pueden formar células gigantes
(8) que tienden a aislarlo del resto del organismo. Estas
células en conjunto con células epitelioideas
(9), linfocitos y fibroblastos (12), forman una estructura
denominada granuloma. La inflamación facilita el
surgimiento de respuestas específicas ya que los
macrófagos que en ellas participan, son células
presentadoras de antígeno que interactúan
con linfocitos T (10) en la generación de respuestas
inmunes adaptativas.
<< volver
|